¿Cómo se llamó Beaver Run? ¿Cuándo se construyó el complejo? ¿Cómo era Breckenridge? ¿Corría realmente el castor? Los propietarios y los huéspedes preguntan con frecuencia por la historia de Beaver Run Resort. Aquí te contamos más sobre los orígenes de Breckenridge y de tu estación favorita, Beaver Run.
Breckenridge fue fundado en el verano de 1859 por un grupo de buscadores de oro que descubrieron oro suficiente para mantener su interés. Un nutrido grupo pasó el invierno en un fuerte cercano al actual City Market y se preparó para el deshielo primaveral. Cientos de personas les siguieron y la ciudad se estableció, recibiendo una oficina de correos a principios de 1860.
A principios del siglo XX, Breckenridge era una próspera comunidad minera. El terreno donde hoy se asienta Beaver Run, conocido como Lake Placer, de 23 acres, fue reclamado en 1903.
La minería se desarrolló durante la Gran Depresión de la década de 1930. La mina Lake Placer pasó a ser propiedad del entonces alcalde de Breckenridge , Frank Brown. La familia Milam de Texas compró la propiedad en la década de 1950 para un retiro de verano y lo rebautizó como Texas Gulch.
La estación de esquí de Breckenridge abrió sus puertas en diciembre de 1961 con remontes y servicios en el lejano Pico 8. Sin embargo, sólo unos años más tarde, comenzó la planificación de la expansión. El Pico 9 sería la próxima estación de esquí de Breckenridge, por lo que Texas Gulch era ideal como zona base.
Los castores del vecindario tenían otros planes para Texas Gulch. Aprovechando la mayor disponibilidad de agua procedente de la presa de F&D Placer aguas arriba, los castores construyeron un nuevo estanque y una presa en la ladera de la colina situada encima de la actual estación de esquí. Un sorprendente día de finales de los 60, la saturación y el exceso de agua provocaron un corrimiento de tierras. Enormes montones de barro, rocas, árboles y escombros se amontonaron cerca del actual hotel Doubletree.
La familia Milam se angustió al llegar un verano y encontrar sus tierras arrasadas. Estaban dispuestos a deshacerse de Texas Gulch.
Por aquel entonces, Aspen Ski Corporation anunció la compra de la estación de esquí de Breckenridge. El renovado interés por el desarrollo de estaciones de esquí trajo consigo nuevas oportunidades. Bob Girvin, Jim Cavin y Charlie Hayes -que pronto serían conocidos como los "Beaver Boys"- organizaron un complicado traspaso de propiedad con la familia Milam. El acuerdo a tres bandas requería la compra de una tienda Safeway en Texas. A finales de 1972, los Beaver Boys tenían la propiedad.
La planificación para el desarrollo del complejo comenzó rápidamente. El proyecto necesitaba un nombre. Bob Girvin recuerda una reunión familiar en la que a su esposa Judy se le ocurrió "Beaver Run", dando crédito a los castores por hacer correr la tierra.
Los Beaver Boys contrataron a Lord & Co. de Boulder para iniciar el proceso de planificación y aprobaciones con el Ayuntamiento de Breckenridge. Con su éxito, un comprador interino hizo avanzar el proyecto hasta que Paul Albrechtson compró la propiedad y remitió los planes de desarrollo.
Antes de que se iniciara la construcción en Beaver Run Resort (BRR), la estación de esquí de Breckenridge instaló en las inmediaciones el telesilla D-Lift, aunque sólo llegaba hasta una parte del pico 9 y fue sustituido posteriormente.
La construcción de BRR comenzó en 1978 con el Edificio 1. El primer condominio se vendió en febrero de 1980. Los edificios 2 y 3 se construyeron poco después. En 1982, el popular Centro de Conferencias necesitaba una ampliación.
En 1984, BRR estaba en el mapa, mostrado en la cobertura televisiva de los Campeonatos de Esquí de Estilo Libre en Wide World of Sports. Otro paso importante para Beaver Run en 1984: se creó la primera junta de propietarios.
En 1990, la estación de esquí sustituyó la ineficiente D-Chair por la Beaver Run Super Chair. Originalmente llamado Mercury Chair, el remonte fue dedicado por Alan Shepard, el primer estadounidense en el espacio y que también pisó la luna en 1971. Shepard, propietario de BRR, incluyó en la celebración a otros astronautas de Mercury, John Glenn, Scott Carpenter y Gordon Cooper.
Las mejoras en BRR continuaron a lo largo de los años. El restaurante Spencer's y el Copper Top ampliaron las opciones gastronómicas. El Departamento de Restauración, creado en 1994, siguió actualizando el aspecto y el estilo de las unidades, manteniendo el BRR al día de las tendencias y los gustos de los viajeros. El Centro de Conferencias aumentó la ocupación durante todo el año.
Reflecting on BRR’s legacy, past General Manager Bob Barto noted: “Beaver Run is a striking landmark in Breckenridge with one of the best locations in town – we’re located ski-in, ski-out at the base of Peak 9 with our own chairlift and just a short walk or free shuttle ride to town.”
Barto, who worked at Beaver Run from 1991 to 2022, added: “Since the beginning, the Beaver Run team has felt like a family and worked together to provide the best experiences to our guests, owners and employees. Friendly and professional guest service is still one of our core values and we continue to focus on creating a welcoming environment and friendly culture.”
Continuing the family tradition, Bob Girvin maintained his involvement with BRR for over thirty years, serving on the Homeowner’s Board of Directors from its inception in 1984 to his retirement in 2015. “Beaver Run has consistently made smart decisions, spending money on proper amenities and infrastructure, and contributing to the Breckenridge community,” Girvin recently observed.
Barto speaks for all the staff at Beaver Run Resort when he adds: “We’re honored to carry on the legacy of Beaver Run Resort and to continue to be an integral part of the Breckenridge community through supporting many of the nonprofit organizations and community-focused events.”
Here’s to many more years of a successful legacy at Beaver Run Resort!
